viernes, 9 de noviembre de 2012

Logística

Los engranajes de todo reino se recubren con coherencia, se disfrazan de esta manera los enfados con dudas, algunos placeres pretenden ser sentimientos firmes, calculos sin fundamento buscan transformarse en ley y mientras esas luces nos ciegan con la luz de la estabilidad, creeremos que todo esta bien, pero como nuestro diseño aun es un misterio sin resolver tal vez nadie tenga el derecho de afirmar a ciencia cierta nada respecto al pensamiento ajeno, a la reacción de una acción, ni apostar a "imposibles de alta estima", por lo que aun me pregunto cuantas conjeturas serán correctas y cuantas son reclamos personales que intentan dar un orden a nuestra desprolija manera de ver al mundo. Hay diferencias que nos componen, vestimentas ideales creadas por medio de la lógica que pretende determinar nuestra vida bajo su valiosa doctrina subjetiva e imperante, no accidentalmente llamada realismo, pues después de todo aquello que creemos es eso, mitad realidad, mitad espejismo. Y no es en ningún caso mi intención el fomentar el pesimismo, aunque por otro lado existen plataformas de juicio que deben perder ambigüedad, tal es el caso de las palabras que son dichas para llenar espacios vacíos. Generalizando quiero decir que aun estamos a tiempo para admitir que poco tiene que ver la convicción con la realidad, y si lo que realmente deseamos es acertar, debemos enfocar nuestra mirada en donde estamos y desde allí apuntar hacia donde deseamos estar.

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